Un Destellito en las manos de Dios
Una de las cosas que le agradan a Destellito es recorrer las ferias libres, especialmente aquellos puestos donde venden frutas, aparte que le llama la atención los gritos de los feriantes ofreciendo sus productos, además de la gran cantidad de personas
que acuden para abastecerse. Los heladeros disfrutan de las ganancias,
por los niños que aprovechan la ocasión para pedir a sus padres que les
compren conos o vasitos con deliciosos helados de diversos sabores. Es hermosa la vida de una feria popular.
El cajón de manzanas.-
Destellito, se detuvo frente a un puesto de frutas. El feriante vendía manzanas, eran muy rojas y grandes,
y realmente se veían deliciosas. Habían varios cajones llenos de
manzanas; un poco más allá habían otros con manzanas verdes, a
Destellito le gustan las rojas.
Con la
curiosidad característica de Destellito, se dio cuenta que el vendedor
revisaba cada cajón, manzana por manzana, con bastante diligencia.
Con un paño limpio las frotaba dejándolas brillantes, pero había
algunas que las dejaba en otro cajón. Destellito, sin poder contener el
interés que había despertado en él tal acción, preguntó al feriante
porqué razón lo hacía, Destellito, en ocasiones muy especiales puede
hacer uso del poder de comunicarse con la gente, el hombre le explicó
que apartaba las manzanas podridas de las buenas, porque de no hacerlo,
corría el riesgo de que todas las otras manzanas del cajón terminaran
pudriéndose. O sea que una sola manzana en mal estado, podría causar un gran daño.
La Biblia dice en 2a de Corintios 7:1, “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Los hijos y las hijas de Dios, están llamados a vivir en santidad. De la misma forma que el feriante separa la manzana
podrida de las buenas, así también, deben apartar de su vida todo
aquello que pueda hacerles perder la limpieza realizada por el Espíritu
Santo en cada uno. Si un amigo o amiga es razón de contaminación, debe
apartarse, más vale perder un amigo o una amiga que la salvación
otorgada por Cristo Jesús; si hay algo o alguien que está resultando una
manzana podrida, y cuya influencia en usted le puede causar daño, lo
mejor es apartarlo de su existencia. Dios le ama, y quiere lo mejor para
su vida, de usted depende mantener la santidad sin contaminación para llegar al cielo.-
Autor: Oscar Olivares DonderoEscrito para www.destellodesugloria.org
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