La cabeza en la boca del león
Actualmente, al menos en nuestro país, Argentina; rige una prohibición estricta en cuanto al empleo de animales en los números
de circo. Puntualmente recuerdo el del domador encerrado en una jaula
con una fiera salvaje, donde el “broche de oro” de la actuación era
hacer que el león abriera su boca e introducir la cabeza del domador
dentro de ella.
Ignoro si había algún truco o “secretillo” para salir ileso y ser capaz de escuchar
en una sola pieza los aplausos del público después de semejante
temeridad. Lo cierto es que en el transcurso de la historia del número, más de uno se equivocó y algún domador de fieras no salió del circo por sus propios medios. Es más, alguno también dejó la vida ante el arrebato salvaje de un animal de casi cuatro veces el peso de su osado adiestrador.
A los creyentes quienes hemos tomado la opción de obedecer
el llamado de Dios y ser en alguna medida, de bendición a los demás; a
veces se nos olvida el hecho real de que vivimos literalmente metiendo
la cabeza dentro de las fauces de un león… aunque no lo veamos, aunque
tal situación no se haga tangible a nuestros sentidos naturales.
No importa si escribes, cantas, predicas
o tal vez realizas la limpieza del lugar donde se lleva a cabo una
reunión o culto cristiano. Lo cierto es que cada vez que con nuestro
aporte llegamos con el mensaje de luz de Nuestro Señor a un alma perdida
entre las tinieblas de este mundo corrupto y caído, hay un león que se
enfurece y procura por todos sus medios arrancarnos la cabeza (1 Pedro 5:8).
El mismo Poder que un día cerró la boca de los leones en el foso para que no le hicieran daño a Daniel (Daniel 6:22) hoy está disponible en toda su potencia y magnitud
para cada uno de nosotros. Es por ello que por ninguna razón se nos
debe perder de vista que la Obra es de Nuestro Señor, el Dueño de la
Viña. Que solamente podremos subsistir y ser de bendición tomados de Su
Mano y amparados en Su Poder. Que no podemos ni debemos darnos la
“licencia” de descuidarnos el apoyo, el sostenimiento recíproco en
oración de los unos por los otros.
“Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo el diablo anda buscando a quien destruir, como si fuera un león rugiente.”
(1 Pedro 5:8 Biblia en Lenguaje Sencillo)
Autor: Luis Caccia GuerraPara: www.devocionaldiario.com, brothernations.com, www.laroca-ministerios.com.ar
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