INTRODUCCIÓN: El texto bíblico aquí en Corintios está enfatizando que a través de la muerte y resurrección de Cristo, recibimos la victoria sobre el pecado y la muerte. También resalta que Dios nos da la victoria precisamente mediante el sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, redimiéndonos de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldito por nosotros (Gálatas 3: 13).
De hecho Pablo usa el participio de presente, algo continuo cuando expresa: “Que nos da la victoria” para sugerir la idea que es una característica de Dios dar victoria y que participamos ya en esa victoria ahora y de ella a diario. Esta victoria es exclusiva del cristiano, y a él solo compete entonar el himno de alabanza y acción de gracias por la victoria.
Partiendo de esta base, analizaremos y estudiaremos a la luz de la Palabra de Dios algunas verdades que los victoriosos en Cristo debemos tener en cuenta. Veamos algunas de ellas.
1. LOS VICTORIOSOS LE DICEN NO A LOS PREJUICIOS Y A LOS COMPLEJOS.
Tenemos el caso de Moisés (Éxodo 3:
11,13; 4: 1, 10, 13), Gedeón (Jueces 6: 12-17), Saúl (1 Samuel 9: 20, 2;
10: 21-23), Jeremías (Jeremías 1: 1-10) y otros personajes de la Biblia
que lucharon con estas situaciones; que al principio los llevó a
rechazar el llamado de Dios para grandes cosas. Pero después lograron
superarlas con la ayuda divina, voluntad, disposición y vencieron, a
pesar de sus limitaciones, defectos y equivocaciones.
Que distinto fue el profeta Isaías, que cuando Dios lo llamó y le dijo: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Inmediatamente el profeta se puso a su servicio, exclamando urgentemente: “Heme aquí (aquí estoy), envíame a mí” (Isaías 6: 8).
2. LOS VICTORIOSOS LE DICEN NO AL NEGATIVISMO, AL PESIMISMO Y MÁS BIEN SON HOMBRES Y MUJERES OPTIMISTAS Y DE FE.
Diez de los doce espías cayeron este actitud después que inspeccionaron la tierra (Canaán) por orden de Moisés diciendo: “No podremos subir” (Números
13: 31) o conquistarla, poseerla, entrar porque hay gigantes, el
pueblo es fuerte, las ciudades muy grandes y fortificadas, allí habitan
los hijos de Anac (raza de los gigantes), el neguev, el heteo, el
jebuseo, el amorreo y el cananeo habita junto al mar, y a la rivera del
Jordán. Ese pueblo es más fuerte que nosotros y es tierra que traga
moradores y todo el pueblo que vimos son hombres de gran estatura y ante
ellos somos como langostas (Números 13: 28 – 33).
Sin embargo; Caleb y Josué que tenían un espíritu diferente (otra actitud), con optimismo y fe; declararon que “Dios sí les entregaría” la tierra y que “sí podían conquistarla” (Números 13: 30; 14: 6 – 9): “Entonces Caled hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos porque más podremos nosotros que ellos” (Números 13: 30). Ellos aquí están usando la palabra hebrea “Yakol” para “podremos”
que significa; tener la capacidad y el poder para vencer o tener
éxito. Así estaban indicando su clara y firme convicción de que el
pueblo poseía todos los recursos
físicos y espirituales para lograr la victoria y conquistarla la
tierra. De hecho ya Dios la había prometido desde la época de Abraham,
Isaac y Jacob (Génesis 12: 4-7; 13: 14-17; 17: 8; 28: 3, 4; 48: 21; 50:
24; Salmos 105:7-12).
3. LOS VICTORIOSOS LE DICEN NO A LOS PEROS.
Estos mismos diez de los doce espías,
empezaron hablando bien de la tierra que habían inspeccionado cuando
trajeron el informe a Moisés, sin embargo; terminaron colocándole “peros” a la tierra que habían de conquistar: “Pero”
el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy
grandes y fortificadas; también vimos allí a los hijos de Anac (Números 13: 25-28) (Reina-Valera 1995). ¡Muy distinta fue la actitud de Caleb y Josué, confiando con optimismo que Dios sí les permitiría entrar y heredar la tierra prometida (Canaán) (Números 13: 30; 14: 6 – 9).
4. LOS VICTORIOSOS LE DICEN NO A LA DERROTA Y AL FRACASO.
Esta fue la actitud del joven David
cuando escuchó al gigante Goliat desafiar a Israel, el pueblo de Dios
para que un israelita guerrero peleara contra él; no habiendo ninguno
que se atreviera a enfrentarlo, porque todos le temían y huían de su
presencia cuando hablaba y retaba al pueblo (hasta el rey Saúl). David
decidido enfrentar a ese incircunciso y paladín (guerrero), declarando
que pelearía, lo vencería
y le cortaría la cabeza y así sucedió (1 Samuel 17: 32 – 37, 45 –
51).Igualmente algunos reyes de Judá (reino del sur, también pueblo de
Dios) como Asa y Josafat que experimentaron la victoria frente al enemigo (2 Crónicas 14: 8-15; 20: 1-30).
5. LOS VICTORIOSOS LE DICEN NO A LOS TEMORES (MIEDO).
El mismo David enfrentó, venció
y derrotó al gigante Goliat sin temor y sin miedo (1 Samuel 17: 32 –
37, 45 – 51), el rey Asa cuando salió y batalló contra Zera el etíope;
un enemigo que lo aventajaba en hombres y armas, pero Asa lo venció en el nombre de Jehová y sin miedo. (2 crónicas 14: 8 – 15), igualmente el rey Josafat cuando derrotó sin temor a una gran multitud de Moabitas y Amonitas (2 Crónicas 20: 1 – 30).
CONCLUSIÓN: Si nos
consideramos más que vencedores, tengamos también en cuenta estas
verdades bíblicas, fundamentales e importantes para lograrlo. Por otro
lado recordemos que, los que somos más que vencedores entendemos que
todo no es color de rosa y bendición (Mateo 10: 38; 16: 24; Juan 16: 33;
Romanos 8: 35 – 37) sin embargo; con Él tenemos la victoria y el
triunfo asegurado, así como lo dice la Biblia: “Demos gracias a Dios, que por medio de Cristo nos lleva siempre en su desfile triunfal. A través de nosotros esparce por todas partes el conocimiento acerca de Él, como si fuera una suave fragancia” (2 Corintios 2: 14) (PDT).
Autor: PrediCantor Garys LeandroPreparado especial y originalmente para: www.destellodesugloria.org
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