Mi Protector
“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.”
Salmos 91:1
Radico en la ciudad de Chihuahua
México. Misma que es conocida en el mundo por sus actos violentos e
inseguridad. Más yo sé que si mi Dios me tiene en ese lugar es porque
tiene algo grande para mí. Sin importar lo que digan las noticias, pues
mi Guardián no duerme para cuidar de mí (Salmos 121). Y eso lo pude comprobar.
En esa ciudad me encontraba en mi auto
afuera de la casa de la Mamá de mi Amada, y en eso algo inesperado
ocurrió. 3 tipos nos rodearon pidiendo que les entregara las llaves del coche. Uno de ellos se puso en mi ventana y empuñaba debajo de su pantalón
lo que parecía era una pistola. Los otros 2 individuos se pusieron
afuera de la puerta de mi Amada. Comenzaron a maldecirnos y decirme a mí
que me bajara del carro o nos iban a causar daño. Lo que a mí me aterró
fue que a Arlene no le pedían que se bajara del auto solo a mí. Ella
estaba desesperada y gritaba. Dentro de mí comencé a orar de manera
silenciosa al Dios Altísimo. -Has algo Padre esto no es verdad-. Arlene
dice que mientras esto estaba pasando yo la miraba y le decía que todo
iba a estar bien. Lo cual no recuerdo y estoy seguro que ella pudo escuchar la voz del SEÑOR en mí. El individuo de mi lado abrió la puerta y amenazándome me dijo que le entregara las llaves. Estaba a punto de entregarle las llaves y en eso ellos fueron confundidos. Pude ver cómo con una rapidez que no era mía volví las llaves al arrancador
y encendí el auto. Y con una fuerza que no era mía con el brazo
izquierdo empuje al individuo que ya estaba dentro del auto y fue
impulsado hacia afuera. Dejamos ese lugar y contactamos a la policía sin
sufrir ningún daño.
El Dios Altísimo no permitió que
fuéramos lastimados. Librándonos de una manera sobrenatural y así
comprobamos que estamos bajo la protección del Todopoderoso, sin importar dónde nos encontremos.
Sin importar en dónde vivas, ten la
certeza de que si haces del Dios Altísimo tu Guardián Él te librará de
todo mal. Incluso de aquellas cosas que son inesperadas, pues nuestro
Dios tiene especial cuidado de Su pueblo.
Vive confiado como un león, pues tu Protector siempre te guardará.
Autor: Richy EsparzaEscrito para www.devocionaldiario.com – www.juventudencristo.com – www.devocionalesderichy.com
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