Fallaste Nuevamente
¿Sabes?,
crees que eres caso perdido, pues lo volviste a hacer, si, aquello que
dijiste que no volverías a hacer o aquello que hasta hoy creíste que lo
tenias controlado, pero te diste cuenta que no.
Te sientes mal, muy mal, hay un sentimiento de inconformidad en tu vida, quisieras regresar el tiempo para no hacerlo, y es que el hecho de haberlo hecho te ha entristecido.
No tienes ni el valor de levantar tu
rostro al cielo, y es que si pudieras esconderte de Dios lo harías, pero
sabes que no lo puedes hacer y que Él fue el primero en enterarse de tu
falla.
¡Vaya!, como duele fallar, ¿No?, de
haber sabido el dolor que esto te iba a causar o la frustración que
ahora te gobierna, seguramente no lo hubieras hecho, sin embargo lo
hiciste.
En momentos como esos no hay palabras
para tratar de defender lo indefendible, nadie te obligo, simplemente lo
hiciste dejado llevar por una emoción del momento o una decisión
impulsada por sentimientos y no por la razón.
Y es que cuando esto pasa, te siente tan
mal contigo mismo y sientes que defraudaste a Dios, y en casos extremos
decides mejor alejar de Él en lugar de seguirle fallando.
Pero, ¿Qué piensa Dios de todo esto?,
si, lo digo porque tú ya te hiciste un auto juicio, ya te condenaste tú
mismo, ya te hiciste ciertos conceptos que crees que Dios ha de tener de
ti, pero, ¿Qué pensara Dios realmente?, ¿Será que Dios tiene los mismos
conceptos de ti que los que tu te auto colocas?
WoW, menos
mal Dios NO piensa como nosotros, y no maneja los mismos conceptos de
nosotros, como los que nosotros mismos manejamos.
Yo me imagino a Dios viéndonos cuando
fallamos, observando lo triste que nos ponemos, lo duro que a veces
somos con nosotros mismos, mirando como se nos cae la cara de vergüenza,
de cómo preferimos alejarnos de Él en lugar de ir nuevamente a pedirle
perdón.
Y es que lo que hiciste estuvo mal, pero sin embargo Dios quiere restaurar tu vida, Dios no te va a desechar como una toalla desechable, tu no eres un objeto para desechar,
tu eres su hijo, su hija, y eso no cambiara, por esa razón como cual
Padre amoroso te buscara, y si estas en el suelo te levantara, te
sacudirá el polvo y te regalara un abrazo y una sonrisa que te
transmitirá todo el animo que necesitas para no darte por vencido.
La Biblia dice: “Yo los quiero a
ustedes como a hijos. Por eso les escribo esta carta, para que no
pequen. Pero si alguno peca, Jesucristo es justo y nos defiende ante
Dios el Padre.” 1 Juan 2:1 (Traducción en lenguaje actual).
Si tu eres padre de familia, sabes lo
que un hijo significa para nosotros, sabes que cuando esta comenzando a
caminar o aun cuando lleve algunos años de hacerlo, tropezara, se caerá,
se hará heridas quizá, pero cada vez que cae en tu presencia, vas
rápidamente a donde el, lo ayudas a levantarse,
lo sacudes, lo abrazas, le dices que no se preocupe, que siga
caminando, que lo siga intentando, y tu hijo va y camina y aprender a
hacerlo tan bien que los tropiezos disminuirán en gran manera.
Tu Padre es Dios, y tu eres su hijo o
hija, Él estará presente en cada momento de tu vida, seguramente
tropezaras muchas veces, seguramente las caídas te dolerán y muchas de
ellas serán consecuencias de tus descuidos
o malas decisiones, sin embargo Dios no esta allí para sacarte en cara
tus errores, ese no es su trabajo, Él esta allí para ir tras de ti a
levantarte rápidamente, a sacudirte todo el polvo que tus vestiduras
tienen a consecuencia de la caída, luego de sacudirte te mira a los ojos
y aunque estés avergonzado de haber tropezado y no quieras levantar tu rostro, Él levantara tu barbilla
y te dirá: “Tu eres mío, ¿De que te avergüenzas?”, luego te abrazara y
te transmitirá tanta seguridad que tus ojos se inundaran de lagrimas,
esas lagrimas que solo reflejan lo sorprendido que estas que lejos de
juzgarte, simplemente te da su amor y te da animo para que sigas
caminando.
Hoy quiero que sepas que Dios no te
juzga, que Él no esta defraudado de ti, tú eres su hija o su hijo, Él te
ama mejor de lo que un padre humano puede llegar a amar a su hijo, lo
único que el puede transmitirte es amor, es comprensión y aunque muchas
veces crees que no eres digno de ser su hijo o hija, no significa que no
lo seas, Él no piensa lo mismo que tu, si Él un día te busco, te llamo,
te perdono y te esta transformando, no fue para luego desecharte, ¡No!
Su voluntad es terminar la obra que comenzó en tu vida, por eso, no te
alejes de Él, no te creas inmerecedor de su amor, ninguno merecemos nada
de Él y Él no nos ama por méritos que hayamos hecho, sino porque su GRACIA y MISERICORDIA es así de pura y maravillosa.
¡Vamos! Ríndete hoy delante de Dios,
reconoce tu error, y si quieres llorar en su presencia ¡Hazlo!, porque
estoy seguro que Él te abrazara y te hará sentir todo el amor tan
inmenso y precioso que tiene para ti. Simplemente permite que Él te
ayude a levantarte, deja que Él te tome de la mano y sea quien te guie
en la vida.
Pueda que fallaste nuevamente, pero
¿Sabes?, Dios te ama tanto que no se ha olvidado de ti y hoy simplemente
quiere que sepas que Él no ha terminado contigo, por eso: ¡Levántate y
Camina! Porque Él sabe que la próxima vez serás mas fuerte al haber
experimentado de su perdón y su amor.
¡Recibe hoy su perdón y su amor incomparable!
“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos”.
Oseas 14:4 (Reina-Valera 1960)
Autor: Enrique Monterroza
Escrito el 11 de Julio de 2012
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse simultáneamente en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com y http://reflexionesydevocionales.blogspot.com
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