El verdadero problema con la tentación
A
veces creemos que somos incapaces de decir NO al pecado constante o que
tenemos un enorme problema para decir NO en el momento preciso.
¿Les ha pasado que a veces terminan
diciendo SI a lo que con cabeza fría hubieran dicho NO?, y es que es
obvio que cuando comenzamos a permitir que la tentación se apodere de
nuestra atención, lo más fácil siempre será decir SI, aunque realmente
quisiéramos decir NO.
El verdadero problema no radica en tu
decisión de decir SI o en tu decisión de decir NO, el verdadero problema
radica en lo que antecede a tu decisión del SI o el NO.
Por ejemplo: Si una de
tus debilidades es la pornografía, y te pasas mucho tiempo sin hacer
nada productivo en la computadora o cualquier dispositivo con acceso a internet y solo sin personas que te interrumpan, es obvio que tarde o temprano serás tentado a ver esas imágenes o videos que en un principio no quisieras ver, tu problema allí no era que cuando te dieron ganas de ver esas imágenes o video no pudiste decir NO, tu problema fue que dedicaste mucho tiempo innecesario a estar en ese dispositivo con acceso a internet.
Otro ejemplo: Si tu debilidad
son las mujeres y mantienes sin necesidad demasiada comunicación con
alguna de ellas que te atraen, entonces lo más obvio es que tarde o
temprano serás tentado a decirle algo, a hablar con doble sentido o a
proponerle cosas. Tu problema no es que no pudiste decir que NO cuando
alguna de ellas te de un si, sino que tu problema fue que provocaste el
hecho y te iba a ser muy difícil negarte cuando desde un principio lo
provocaste.
Otro ejemplo: Si tu debilidad
es el sexo, y de pronto mantienes conversaciones con doble sentido con
otras personas y de broma en broma llegan a un común acuerdo para verse y
pecar, lo más obvio es que a la hora de decir que NO o de negarte a ti
mismo, no podrás, no porque no tengas la capacidad, sino que provocaste
todo de tal manera que te fue aun más difícil decir que NO.
Otro ejemplo: Si tu debilidad es tu carácter porque cuando menos sientes reaccionas de formas inadecuadas, entonces lo que tienes que hacer es callar
y pensar antes de reaccionar. Pero si reaccionas cuando ni aun han
terminado de explicarte, entonces es obvio que dirás cosas orientado por
el enojo del momento, aunque después con cabeza fría te sientas mal por
lo que dijiste que bien hubieras podido evitar pero que no lo hiciste
porque solo accionaste y no callaste ni pensaste.
Otro ejemplo: Si tu debilidad
son los celos desmedidos y sin fundamento, tu problema no es que cuando
menos sientes actúas de formas inadecuadas contra esa persona que dices
amar. Tu problema es que antes, no has confiado y te sientes inseguro
de esa persona que te ha dicho que te ama. Tu problema no es que mal
interpretaste las cosas o que leíste algo que no te gusto o viste algo
que no te termino de parecer, sino que tu problema es la falta de
seguridad en ti mismo sobre el amor que la otra persona te dice tener.
Otro ejemplo: Si eres joven soltero y tienes novia y hay momentos en donde los besos y las caricias no parecen los de un noviazgo respetuoso y estas cayendo en caricias fuera de lugar, tu problema es que antes de llegar a esas caricias
seguramente estuvieron en un lugar a solas sin nadie cerca o que los
interrumpieran, comenzaron con besos pequeños para aumentar con besos
que lo que provocan es seguir tocándose de formas no honrosas. Tu
verdadero problema es quedarte solo, estar en un lugar donde nadie los
moleste y permitir que los besos sobrepasen varios segundos
o minutos, entonces es obvio que si están solos y los besos cada vez
son mas frecuentes y largos, lo mas seguro es que terminaran tocándose
deshonrosamente y con posibilidad de caer en fornicación.
Pudiera citar muchos más ejemplos
pero mi intención es nada mas hacerte ver que el problema no radica en
la ultima decisión del SI o el NO, no radica en la decisión de hacer o
no hacer, sino en lo que antecede a esa decisión.
El problema de Eva en el Jardín del Edén
no fue que decidió comer del fruto que Dios le había prohibido comer,
su problema fue que escucho a la serpiente decirle mentiras y le creyó,
si ella no hubiese prestado atención a la serpiente, seguramente no se
hubiera sentido tentada a tomar y comer del fruto que les habían
prohibido.
¿Entonces que debemos hacer?,
cada uno de nosotros nos conocemos muy bien, sabemos a que cosas somos
débiles, sabemos que cosas pueden provocar que caigamos o que cosas
hacen que seamos mas sensibles a acceder, por ello como dice la Palabra:
“…ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas
al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios
les haya dado.” Romanos 12:3 (Nueva Traducción Viviente).
A veces creemos que esta vez seremos
fuerte para no caer y jugamos con fuego, creyendo que “ya lo superamos” o
que “lo vamos a superar”, pero Dios no necesita que le demuestres que
puede superarlo enfrentándote a esa tentación, al contrario, su Palabra
nos motiva a huir de la tentación: “Huye de las malas pasiones
de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la
paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.” 2
Timoteo 2:22 (Nueva Versión Internacional).
Tú problema no es que no puedas decir
que no para acceder a la tentación, tú problema son las cosas que estas
provocando el hecho decidirte por el si o el no hacia esa tentación.
Reflexiona bien que cosas haces, cómo actúas, que es lo que estas provocando, como es que comienza todo y EVITA LO QUE ANTECEDE
a ese pecado, no en si a tu decisión del si o el no, sino a todo lo que
sucede antes de llegar a esa decisión, pues así te ahorraras mucha
frustración y Dios estará muy contento de ver tu deseo de ser fiel a Él.
El verdadero problema está en todo lo
que sucede antes de llegar a la decisión del si y el no, si puedes
evitar eso considérate un vencedor en esa área de tu vida que tanto dolor de cabeza y frustraciones te ha causado.
Oremos como el Salmista:
“SEÑOR, enséñame el camino de tus mandatos,
y yo lo seguiré hasta el fin.
Dame entendimiento para obedecer tus enseñanzas,
y de todo corazón yo la cumpliré.
Guíame por el camino de tus mandamientos,
porque en él me encuentro a gusto.
Pon en mí el deseo de cumplir con tus requisitos
y no el de satisfacer mis deseos egoístas.”
Salmos 119:33-36 (Palabra de Dios para Todos)
¡Si eres sincero y detectas el verdadero problema, entonces: ve y actúa!
Autor: Enrique MonterrozaEscrito originalmente para www.destellodesugloria.org
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