Un Destellito en las manos de Dios
Dios
Creador hizo todas las cosas para que el hombre las disfrute, y
realmente una vida humana no alcanzaría para que pudiera conocer todo lo
que en la Tierra hay.
Destellito, se siente muy importante por
ser colaborador de Dios y se esfuerza por hacerlo lo mejor posible, no
quiere volver a ser parte de un lugar tan caliente
como el Sol, de donde fue escogido por Dios para ser un Destellito de
luz, ya no para iluminar por sí mismo sino con la Biblia, la Palabra de
Dios.
Las Ruinas.-
Existe en la ciudad puerto de
Antofagasta, en el extremo norte de Chile, unas ruinas ubicadas algo
alejadas del centro, llamadas “Las Ruinas de Huanchaca”. Actualmente es
utilizado para importantes conciertos. Antiguamente correspondía a una refinería de plata, dejando atrás su actividad a causa de la Guerra del Pacífico. Hoy, no es más que un montón de grandes
bloques con estrechos pasadizos que visitan los turistas, dijo
Destellito. Nadie creería lo que antes fue, una muy buena fuente de ingresos para un país. Quedó convertida en ruinas para siempre.
La Palabra de Dios, La Biblia, dice en Salmos 107:20, Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.
Hay muchos hijos e hijas de Dios que antes eran refinerías de plata, funcionando a plenitud, provocando la satisfacción de muchas personas; buenos predicadores y predicadoras; buenos maestros y maestras
de Escuela Dominical y Estudios Bíblicos, y excelentes instrumentos de
la música en los cultos o servicios de la iglesia, la lista es larga, lo
saben muy bien, dijo con convicción Destellito, pero que hoy son un
montón de ruinas. Pero hay esperanza para todos los que se encuentren en
ésta situación.
Destellito, tomando otra vez la Biblia, leyó en Filipenses 1:6, estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Aun hay tiempo para usted que necesita levantarse
de su ruina, está la Palabra de Dios para sanarlo, y continuar el plan
que tiene para su vida. Arrepiéntase y vuélvase a Aquél que lo llamó a
una vida nueva. Para el Señor no existe el tiempo perdido. Existe el hoy, no lo olvide, terminó de hablar Destellito.-
Autor: Oscar Olivares DonderoEscrito para: www.destellodesugloria.org
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