viernes, 14 de septiembre de 2012

Después de la caída

Tema: “Después de la caída”

Texto: Jueces 16:18-21

 



Jueces 16:18 Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero. Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.
Antes de empezar con el desarrollo de este mensaje, permítame no definirle pero sí ilustrarle lo que es una caída desde como la concebimos los seres humanos.
Todo este planeta que es nuestro hogar, está gobernado por leyes que regulan el comportamiento de todas las cosas creadas, una de esas leyes fue descubierta y explicada por Isaac Newton en 1665, la llamó la ley de la gravedad.
En ella se explica que todo lo que es más pesado que el aire tiene que descender, por el poder de la atracción que ejerce la gravedad. En palabras más fáciles de comprender, todo en este mundo físico conspira para atraer al piso a todo elemento animado o inanimado que tiene la capacidad de elevarse.

Aunque esto sucede en lo físico, podríamos decir sin temor a equivocarnos que en el mundo espiritual sucede igual, porque desde que nacemos hasta que morimos, nos hayamos constantemente luchando por no caer postrados bajo el poder del pecado y de la maldad impregnada en nuestra naturaleza humana.
Por eso Santiago 1:14 dice que somos tentados cuando por nuestra concupiscencia somos atraídos y seducidos, es decir así como la ley de la gravedad atrae los elementos hacia el piso, así la concupiscencia nos atrae con fuerza hacia el pecado.
Lamentablemente, desde los albores de la humanidad el hombre ha sucumbido en esta lucha y con ello ha tenido que lidiar con sus dramáticas consecuencias, a este acto de sucumbir ante el poder del pecado, lo definimos como la caída del hombre.
La Biblia nos ofrece varios casos donde encontramos personajes que vivieron en épocas distintas y en condiciones diferentes, pero todos con un denominador común, sucumbieron ante el poder del pecado. En esta enseñanza vamos a recoger la experiencia de uno de ellos y absorber la lección espiritual que encierra.
Nos referiremos a la vida de Sansón, cuyo nombre significa= pequeño sol, la Biblia dice que tanto el nacimiento como el rol de la vida de sansón fue anunciado por el Ángel del Señor, además sus padres recibieron ordenanzas de que el niño sería nazareo desde su nacimiento hasta el día de su muerte.
Permítame hacerle una pequeña explicación sobre el “Nazareato”. La palabra nazareo, significa= “separado, consagrado para Dios”. El nazareato era una práctica muy antigua entre los israelitas, pero en Números Capítulo 6 fue reglamentada por la ley de Moisés.
El nazareato se podía practicar de dos formas: 1. De manera permanente, como el caso de Samuel, Ana la profetiza, Juan el bautista, Sansón, etc. 2. O de manera temporal como el caso de los cuatro creyentes de Hechos 21:23 a quienes Pablo pagó los gastos que comprendían el fin del nazareato.
En cualquiera de los dos casos, las observancias eran las mismas: no podían cortarse el cabello mientras duraba el nazareato, no podían beber vino ni sidra y por último no podían contaminarse tocando un cadáver así fuese de un pariente cercano. Al final del voto temporal del nazareato, la persona presentaba al sacerdote los sacrificios prescritos en la ley, luego se cortaba el cabello y lo quemaba, desde ahí podía beber vino.
El nazareato como tal, simboliza la vida consagrada que todo creyente debe vivir, pero sobre todo cada ministro que ha decidido servir y vivir para Dios. El voto del nazareato temporal es el paralelismo de los momentos en que cada creyente decide separarse para buscar a Dios en oración y ayuno, en esos días decide eximirse de los placeres para santificarse delante de Dios.
Con esto en mente, ahora estudiemos los errores que cometió Sansón que lo condujeron a su dramática caída.
1. Su independencia de Dios. En el capítulo 14 se nos narra cómo Sansón puso sus ojos en una mujer filistea, enamorándose de ella y tomándola por mujer, es decir una mujer prohibida para un judío y más para un nazareo. Luego en el capítulo 16:4 sucede lo mismo sólo que esta vez la mujer sería más astuta que la primera, su nombre era Dalila.
Dalila viene del hebreo: d´lilah, dalál: que significa “pobreza, postrarse, languidecer”, es decir: la que hace postrar y languidecer, o también: la que debilita. Desde muy temprano en su vida, Sansón demostró una actitud indiferente frente a la moral y a la ética que como nazareo debía guardar. Fue esta actitud la que poco a poco minó su fortaleza y lo condujo al encuentro de quien sería más tarde la que lo debilitaría.
Sansón tomó la trágica decisión de gobernarse asimismo y no seguir las ordenanzas que el nazareato le imponía, cuando esto sucede en la vida de un hijo de Dios, el resultado final es el mismo, sus debilidades lo derrotarán.
Al igual que Dalila apareció en la vida de Sansón para debilitarlo, así las debilidades aparecerán en los creyentes que toman sus propias decisiones.
  1. 2. Su corazón abierto. En el capítulo. 16:17 dice que Sansón le descubrió su corazón a Dalila y le reveló cuál era el secreto de su fuerza, esto constituyó un grave error para la vida del joven juez y caudillo de Israel.
Abrir el corazón y confesar las debilidades puede ser un gesto noble de humildad, si es que se lo hace con la persona correcta, pero si cometes el error de abrir tu corazón a la persona inadecuada, este podría ser el comienzo de tu fin.
Hay secretos que se pueden compartir con personas adecuadas, pero hay secretos que ni siquiera con ellos te es permitido tratar, ¿por qué? Porque pertenecen sólo al ámbito entre tú y Dios.
El secreto de la fuerza Sansón no le pertenecía a Sansón, era el secreto de Dios revelado a Sansón para ser guardado por él, pero él se lo descubrió a Dalila de manera irresponsable y allí comenzó a gestarse su caída.
  1. 3. El sueño espiritual. En el capítulo. 16:19 dice la biblia que Dalila hizo dormir a Sansón, y el peor estado espiritual en el que un creyente puede caer es el de dormir espiritualmente.
Cuando una persona está por dormirse lo primero que experimenta es que sus ojos se cierran, el sueño tiene el poder de cerrar nuestros ojos, el problema que sucede cuando nuestros ojos se cierran es que perdemos contacto visual con el mundo que nos rodea y somos incapaces de saber lo que pasa.
Han escuchado alguna vez la frase: cuando el gato duerme los ratones se pasean, eso es exactamente lo que sucede cuando dormimos, el mundo no se detiene cuando tu y yo dormimos, pero nuestro sueño nos priva de saber lo que sucede mientras dormimos.
Cuando una persona duerme en un momento en que debe estar despierto, puede incluso hasta perder la vida, por ejemplo si un conductor se queda dormido en el volante puede morir de un choque, si un guardia se queda dormido mientras vigila, puede perder la vida si llegan los ladrones a robar, si alguien por sueño no deja bien cerrada la puerta de su casa, no sólo le pueden robar, lo pueden matar.
Dormir cuando debo estar despierto, es muy peligroso en lo natural, pero también lo es en lo espiritual, si yo duermo cuando debo orar para conocer la voluntad de Dios, no sólo me puede significar no saber lo que pasa, sino que además puedo ser derrotado por en la batalla espiritual.
Esto es exactamente lo que pasó con Sansón, los soldados estaban al asecho de su vida y él dormía en las rodillas de Dalila. El resultado fue que Dalila le quitó todas las guedejas de su cabeza y con ello se fueron sus fuerzas y Sansón quedó sin capacidad de lucha ni reacción.
Ahora veamos lo que Sansón vivió después de su caída. Lo que a Sansón le tocaba vivir después de su dramática caída, no eran sino sólo saldos rojos, es decir pérdidas tras pérdidas. Veamos cuáles fueron:
1) Perdió sus fuerzas, 2) perdió sus ojos, 3) perdió su libertad.
Sus fuerzas. Dice la biblia que Dios se apartó de Sansón y con Él se fueron sus fuerzas cuando este perdió el cabello. Veamos qué significa esto:
El cabello es para la cabeza lo que el vestido es para el cuerpo, es decir lo cubre, la cabeza representa autoridad, pero esa autoridad debe estar cubierta de gloria, esa gloria está representada en el cabello.
Por eso raparse la cabeza entre los judíos era símbolo de deshonra y de desnudez. En la época de Pablo las culturas de los pueblos gentiles exigían que la mujer se cubriera la cabeza con un velo, esto era señal de dignidad y de honra, tanto que los romanos obligaban a una mujer a raparse la cabeza cuando ésta le había sido infiel a su esposo.
Por eso en 1 Corintios. 11:5 pablo dice que la mujer que ora o profetisa con la cabeza descubierta afrenta su cabeza, es decir a su esposo. El hombre es cabeza de la mujer, pero la mujer es gloria del varón.
Un nazareo estaba casado con Dios, y su señal de fidelidad era su cabello largo lo cual no podía cortar, cuando Sansón dejó que cortaran su cabello, lo que realmente estaba haciendo era permitir que cortaran su relación con Dios, y con ello perdió su fuerza.
Dice la biblia que a Sansón le cortaron las siete guedejas de su cabeza, que realmente eran siete trenzas, esto no es algo irrelevante, ¿porqué? Porque las trenzas de su cabeza representaban la unión que él mantenía con Dios pero que ahora había sido cortada.
Pero a más de esto, las trenzas representaban la fortaleza que se derivaba de esa unión, ya que la biblia dice en Eclesiastés 4:12 que cordón de tres dobleces, (es decir trenzas), no se rompe fácilmente.
Las fuerzas eran para Sansón, lo que es la voz para un cantante, lo que son las piernas para un futbolista, lo que son las manos para un pianista, un Sansón sin fuerzas no era otra cosa que un Sansón muriendo.
Sus ojos. Lo segundo que perdió Sansón fueron sus ojos, cuando la fuerza espiritual desaparece en la vida de un hombre, lo próximo a perder será la visión.
La vida espiritual que está unida a Dios no sólo experimentará fortaleza, sino incluso visión espiritual, pero si la relación con Dios es cortada no sólo las fuerzas se van sino además la visión espiritual desaparece.
Los filisteos le arrancaron a Sansón los ojos por su desobediencia, y el pecado y desobediencia de los creyentes le arrancarán la visión espiritual que tanto necesita para no caminar en tinieblas.
En la Biblia encontramos algunos tipos de personas que cayeron en la mendicidad, entre esos estaban los enfermos como Lázaro, los cojos como el cojo de la puerta la hermosa, los mancos, los pobres y los ciegos, todos estos, por su condición de incapacitados caían en la mendicidad.
En lo espiritual sucede igual, cuando un cristiano pierde la visión espiritual, literalmente empezará actuar como mendigo, los mendigos ruegan, suplican e incluso lloran para que alguien les dé algo con qué sobrevivir.
Un hombre que ha perdido la visión, mendigará a los hombres por un trabajo, un hombre que ha perdido la visión mendigará a los hombres por su salud si está enfermo, un joven que ha perdido la visión mendigará a una chica para que se case con él. Un predicador que ha perdido la visión rogará para que le den el pulpito de alguna iglesia.
Cuando se pierde la visión se cae en la mendicidad, porque sin visión se pierde la fe en las promesas de Dios, y esa condición es la que despierta la lástima de los demás.
La libertad. Lo último que perdió Sansón fue su libertad, el capítulo 16:21 dice que lo pusieron a moler en la cárcel. Este era el trato que se le daba a un esclavo entre los filisteos.
Cuando un hombre pierde sus fuerzas, esto puede afectar su desenvolvimiento e incluso su salud, cuando pierde sus ojos esto afectará su dirección, pero si pierde su libertad esto afectará su mente y matará sus sueños.
Así como 400 años de esclavitud en Egipto, afectaron la mente de los israelitas al punto de que renegaban por todo en cada paso del camino, así toda cárcel espiritual afectará tu identidad y con ello matará tus sueños.
La cárcel de Sansón tenía un propósito, y este era detenerle para que ya no hiciese más daño a nadie, así toda cárcel espiritual tiene el propósito de detenerte para que ya no prediques, no ores, no ayunes, en otras palabras para que te conviertas en un cristiano inofensivo, alguien que no representa amenaza ni peligro alguno.
Ahora veamos cómo terminó todo: los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer una fiesta a su dios dagón y cuando el corazón de ellos estaba alegre a causa del alcohol, mandaron a ver a Sansón para burlarse de él. 16:25.
Los filisteos ya no temían en lo absoluto a Sansón y tampoco se acordaban de él sino sólo para burlarse, tanto que la Biblia dice que lo usaban de juguete. Sin embargo algo se estaba gestando en Sansón de manera silenciosa y de esto nadie se había percatado. El versículo 22 dice: y el cabello de su cabeza comenzó a crecer.
Esto es poderoso, de Sansón ya nadie se acordaba y cuando lo hacían era para burlarse de él, pero mientras todos se burlaban, Dios hacía que su cabello comenzara a crecer nuevamente, y con su cabello regresaba otra vez la fuerza que antes tuvo.
Esto es lo mismo que sucede hoy, cuando un hijo de Dios por su desobediencia pierde la bendición de Dios y pierde su fortaleza espiritual, en algunos casos se va a ver burlado, deshonrado y humillado, pero si se arrepiente y clama a Dios, El hará que su vida espiritual florezca nuevamente y aún cuando al principio nadie lo nota, al final se hará evidente y a nadie le quedará duda de que la mano de Dios está sobre él.
Pero veamos algo más, el versículo 26 dice: Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas.
Esto también es poderoso, la desobediencia de Sansón le hizo perder los ojos pero más que los ojos perdió la dirección del Espíritu Santo, sin embargo Dios permitió que alguien lo guíe y lo conduzca nuevamente.
Un hombre en pecado es un hombre sin dirección, pero si el pecado es derrotado la dirección del Espíritu Santo regresará, Dios volverá a guiarte, Dios se aparecerá en tu vida otra vez, lo hará en forma de un joven, en forma de un sueño, en forma un predicador, no importa en qué forma se te aparezca, lo que importa es que se te aparecerá nuevamente y nunca más habrá tinieblas en tus ojos.
Por último, las columnas representan aquí las fortalezas de Satanás que siempre fueron más fuerte que Sansón. Sansón mató muchos filisteos durante su vida, pero nunca mató a un filisteo príncipe, es decir, los filisteos que mató antes eran irrelevantes y pequeños, pero ahora estaba listo para ir detrás de las cabezas.
La fuerza de Sansón fue una antes de la caída y otra después de ésta, la caída lo humilló, lo avergonzó y lo expuso al escarnio público, pero Dios usó esta experiencia de dolor para enseñarle a Sansón lecciones que jamás olvidaría.
Dios no quiere la caída de ninguno de sus hijos, tampoco quiere su deshonra y su humillación, pero si las circunstancias se vuelven inevitables, Él lo va a permitir y usará tu caída y los procesos dolorosos que la conllevan para restaurarte, para liberarte, para sanarte y devolverte la visión que perdiste.
Y cuando Dios haya terminado de obrar en ti entonces no sólo te regresarán las fuerzas que antes tuviste sino que incluso te las multiplicará. Sólo entonces estarás listo para derribar muros de pecado y columnas de maldad, y los principados de las tinieblas caerán postrados delante de ti.
Es en este punto cuando un hijo de Dios está listo para manejarse en la grandeza, es aquí donde los predicadores dejan de ser predicadores de esquina y de auditorios pequeños, porque ahora están listos para tomar naciones, llenar estadios, predicarle a las multitudes, porque la unción que mata príncipes está en ellos.
Sansón murió matando al final a más filisteos que los que mató en toda su vida, y cuando un hijo de Dios logra levantarse de su caída el epílogo de su vida tiene más historias poderosas que contar que las que se contaron de él en toda su vida, porque la unción que mata príncipes y derriba columnas ahora está sobre él.
Las puertas que nunca se te abrieron, ahora tienen que abrirse, los que nunca quisieron saber de ti tendrán que venir a escucharte, porque tú serás el hombre que Dios levantará para enseñar la Palabra de Dios a esta generación.
El ángel le dijo a Manoa este niño será nazareo desde su nacimiento hasta el día de su muerte, Sansón cometió errores en el camino, pero jamás olvidó para qué había nacido, el nació para vivir y morir nazareo, y tú y yo nacimos para lo mismo.

En el camino cometerás errores, tropezarás e incluso podrás caer, pero jamás te permitas quedarte en el piso, porque lo mejor de tu vida aún no se ha escrito y lo más glorioso de tu paso por este mundo aún no ha sido contado. El mundo tiene que saber pero también tiene que ver, que tú naciste para ser nazareo desde el día de tu nacimiento, hasta el día de tu muerte.

Autor: Alfredo Campoverde
Escrito para www.destellodesugloria.org

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