Tema: ¿Cómo vencer el Desánimo?
Texto: Números 21: 4-9
Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel 7Entonces
el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra
Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas
serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8Y Jehová dijo a
Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9Y
Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando
alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y
vivía.
Quiero comenzar diciendo que el desánimo
es un mal que ataca a toda clase de persona, y lo hace en cualquier
área de su vida, llámese trabajo, familia, matrimonio, iglesia, estudio, etc.
Todos en algún momento, tenemos que
luchar con este enemigo que es el desánimo, el problema es, que este es
uno de los enemigos más peligrosos del hombre y más aún de los
cristianos, que no siempre podemos derrotar.
Un hombre desanimado, literalmente puede perder su trabajo, su
familia, su matrimonio, sus estudios, e incluso su vida . Tan peligroso
es el desánimo que la Biblia entera está llena de textos que nos dicen:
no temas, no desmayes, levántate, esfuérzate, yo estoy contigo, yo te
ayudo.
El desánimo es malo en cualquier momento
en que hace su aparición, pero si hay un momento en que resulta más
peligroso es cuando estamos a punto de llegar a nuestra meta, a punto de
cruzar al otro lado.
Cuando todo está a punto de lograrse,
cuando sólo apenas nos faltan metros para llegar a la meta de nuestra
vida, no le quepa a usted la menor duda que será bombardeado con
pensamientos de desánimo, por que si hay un momento en que el diablo se
goza más de desanimarnos ese es el final de nuestra carrera, allí concentra y envía contra nosotros toda su artillería pesada.
Ahora estudiemos juntos uno de los momentos de mayor desánimo del pueblo de Israel, la
Biblia dice en el vs 4 que cuando llegaron a la tierra de Edom, Dios le
dijo al pueblo, no crucen por la tierra de Edom sino rodéenla, esto
trajo el desánimo del pueblo.
¿Por qué? Lo más fácil
era cruzar por el país, pero Dios lo hizo más difícil, cuando dijo
rodeen la tierra, pareciera ser que Dios ocasionalmente le demanda a su
pueblo una mayor cuota de esfuerzo y cuando esto sucede surge con fuerza
el desánimo.
Realmente cuando la demanda de
Dios para su pueblo es mayor, no lo hace con el fin de desanimarnos,
todo lo contrario, lo hace para ayudarnos a creer que con su ayuda
podemos lograrlo y al lograrlo, no terminemos ya casi sin fuerzas, sino
con toda nuestra fuerza intacta.
¿Por qué debe ser así? Por que no hay lucha o batalla que se gane con claridad, si es que al final el vencedor termina casi muerto. Esta clase de pelea deja al vencedor muy mal parado delante de su público.
La idea aquí no es sólo ganar, sino que
al ganar, el peleador termine fresco, ileso, y hasta honrado por una
victoria clara y contundente.
Esta es la razón por la cual se nos
demanda un poco más de lo normal, Dios no sólo quiere que llegues al
cielo, sino que cuando llegues puedas ser recibido con honores, por que fuiste un digno soldado del ejército de Dios.
Veamos que más provocó el desánimo en el pueblo de Israel, el vs 5 dice: 5Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
Esta es otra de las cosas malas que
provoca el desánimo, nuestra forma de hablar cambia, y nuestra boca se
transforma de espiritual a carnal y de santa a profana.
El desánimo hizo olvidar a los
israelitas todo lo que Dios había hecho, y también el líder sabio y
prudente que Moisés fue para ellos, El desánimo puede convertir a un
creyente en ateo, y a un adorador en maldiciente.
El diablo sabe que el poder de la vida y
de la muerte está en la boca, y que por nuestras palabras seremos
justificados pero que también por nuestras palabras seremos condenados,
por eso nos ataca con desánimo.
Ahora veamos lo que hizo Dios ante el desánimo del pueblo, vs 6 dice: 6Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
Serpientes ardientes:
Puede que se refiera a la inflamación que produce una mordida venenosa, o
a las criaturas mismas, ya que en el desierto del Sinaí, es muy común
un tipo de víbora que es muy venenosa.
Algunas se esconden bajo la arena y
atacan sin previo aviso. Los israelitas y los egipcios las temían mucho.
La mordida de una serpiente venenosa significaba, por lo general, una
muerte lenta con un sufrimiento intenso.
Esta fue la respuesta a la forma de
hablar en contra de Dios del pueblo de Israel, Dios envió serpientes
ardientes que mordieran al pueblo por blasfemar contra Él.
Las serpientes ardientes provocaban en
el pueblo un dolor leve al comienzo pero intenso al final, y después la
muerte. Esto no es sino la representación del pecado, al comienzo no
pareciera haber dolor pero al final su dolor es intenso y si no hay arrepentimiento, luego aparece la muerte.
No puedes permitir el desánimo en tu
vida, por que luego te será difícil hablar palabras de fe y de
alabanzas, y entonces es sólo cuestión de tiempo para que comiences a
blasfemar de Dios y de tu fe.
El corazón se desanima fácil si es que no lo alimentas constantemente con las promesas de la Palabra de Dios.
Ahora veamos que hizo Dios para salvarlos de la plaga de serpientes ardientes, vs 7 y 8 7Entonces
el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra
Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas
serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8Y Jehová dijo a
Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
No necesito explicar que esa serpiente en el desierto levantada para que el que la mirara sea sanado, representa a Cristo, ya que la Biblia dice en Juan 13: 14
que así como Moisés levantó la serpiente en el desierto así el Hijo del
hombre sería levantado para que todo aquel que en el crea sea salvo.
Este es el antídoto del desánimo para
todo creyente, razones para desanimarte siempre las vas a encontrar,
respuestas a oraciones que aún no llegan, necesidades, problemas etc,
pero si quieres vencer el desánimo debes aprender a mirar a la cruz y a
creer en aquel que dio allí su vida por ti.
Cuando la Biblia dice puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador
de la fe, no lo dice por decir, lo dice por que en el momento en que
dejas de mirarlo a El para mirar hacia otro lado, con seguridad
aparecerá el desánimo.
El desánimo trajo la plaga de serpientes al pueblo de Israel, y el diablo tiene una plaga de serpientes preparada especialmente para ti tan pronto te desanimes.
Sin embargo si sientes que te has
desanimado, y que ya no hablas como antes lo hacías, ya no cantas como
antes, ya no celebras su presencia como antes, el te dice levanta tu
mirada y mírame a mí otra vez y entonces serás salvo, y aún cuando las
serpientes aparezcan de todos lados no tendrán poder contra ti, por que
la Biblia dice que Él nos ha dado poder para hoyar serpientes.
El pueblo de Israel dijo que estaban
cansados y desanimados por que no tenían pan ni agua en el desierto, el
pan y el agua son vitales para la vida, estas son necesidades legítimas
del cuerpo, pero Dios siempre proveyó a su pueblo de pan y agua.
El problema con los israelitas era que querían el pan y el agua de Egipto.
Y ese es también el problema con muchos de nosotros, porque aun cuando
recibimos de Dios sus bendiciones, estas nos resultarán insignificantes
si hemos dado lugar al desánimo, por dejar de mirarle a él
Cuando comienzas a mirar las cosas que
has dejado en el mundo y que te resultaban atractivas, entonces
encontrarás insignificante todo aquello que Dios te dé.
Pero no olvides que la Biblia dice que
lo que Dios tiene para darnos es más y mucho mejor que lo que el mundo
nos dio, sólo necesita que mientras cruces tus desiertos no dejes de
mirarlo a El, por que ya sólo falta un poco más y la tierra que fluye
leche y miel aparecerá para ti.
No puedes darte el lujo de desanimarte en este punto, hay que sacar fuerzas de flaqueza, porque muy posiblemente ya estás en la fase final de este desierto y el otro lado te espera, el desánimo aparecerá y algunas serpientes te morderán, pero levanta tu cabeza y míralo a El y no sólo te sanará sino además te fortalecerá y te dará la victoria. Amén.
Autor: Alfredo CampoverdeEscrito para www.destellodesugloria.org
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