domingo, 23 de septiembre de 2012

Un Destellito en las manos de Dios "El automóvil último modelo"

Un Destellito en las manos de Dio

 

Existen situaciones de los seres humanos que le llaman la atención a Destellito, cosas peculiares del devenir diario, que no dejan de sorprenderlo. Aprende con cada una de ellas, y saca lecciones útiles para enseñar de acuerdo a los principios de la Biblia. Su curiosidad lo ha llevado a conocer varias situaciones que en el transcurso de los días los irá dando a conocer. Su único deseo es agradar a Dios Creador, cumpliendo con lo que Él le  ha encomendado.

El automóvil último modelo.-

En una importante autopista de una ciudad grande de América del Sur, Destellito, comenzó a seguir a los vehículos que circulaban. Desde el aire tenía una vista panorámica ideal para no perderse detalle de lo que acontecía en ella. Vehículos de todo tipo se desplazaban a gran velocidad. Le llamó la atención un automóvil deportivo descapotable, último modelo, que comenzó poco a poco a disminuir la velocidad hasta orillarse hacia un costado, Destellito observó que el conductor, enojado, golpeó varias veces el volante de su auto, quedándose en la pista sin poder moverse hacia ningún lado. Pasaron pocos minutos y una grúa de la autopista tiró del automóvil último modelo sacándolo del lugar para prevenir accidentes, se había quedado sin combustible.-
La Biblia dice en Mateo 25:3 y 4, “Las insensatas tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas”.
Muchos admiraron el automóvil deportivo último modelo mientras transitaba por la autopista, el conductor, con toda seguridad lo sabía y orgulloso lo iba conduciendo creyendo ser la envidia de los demás. Hasta que se le terminó el combustible. El vehículo podía tener todas las características propias de uno de última generación, pero sin combustible, no servía de nada, era un montón de fierros que había que trasladar con una grúa, reflexionó Destellito.
Lo mismo sucede con aquellos que no se preocupan de tener suficiente combustible en sus lámparas para que estén siempre encendidas. El aceite es la presencia constante del Espíritu Santo en cada uno, y que permite que un hombre o una mujer, llenos de combustible o aceite, sean instrumentos eficaces y eficientes en la obra del Señor. No saca nada con verse muy bonito ante los demás, si interiormente no tiene el combustible que lo pueda llevar hacia donde quiera Dios, a eso Jesús le llamó insensatez, concluyó Destellito.-
Autor: Oscar Olivares Dondero
Escrito para: www.destellodesugloria.org

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